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La Evolución del WiFi y el Significado de los Estándares IEEE 802.11


Por Marco Antonio To

En la era actual, la conectividad inalámbrica es esencial para la vida cotidiana y los negocios. Desde la navegación en línea hasta la transmisión de videos en alta definición y la comunicación en tiempo real, las redes WiFi han evolucionado para convertirse en un componente crítico de nuestra infraestructura digital.

Detrás de esta evolución se encuentra el conjunto de estándares IEEE 802.11, que ha experimentado un desarrollo constante a lo largo de los años. En este artículo, explicaremos la evolución de estos estándares y destacaremos los puntos clave a considerar para el diseño de redes WiFi de alto rendimiento.


El Comienzo de la Revolución WiFi

La primera versión de los estándares IEEE 802.11 en ver la luz fue la 802.11b, lanzada en 1999. Esta norma operaba en la banda de frecuencia de 2.4 GHz y ofrecía una velocidad de transferencia de datos de hasta 11 Mbps. Aunque esta velocidad parece modesta en comparación con los estándares actuales, la 802.11b marcó el inicio de la revolución WiFi al permitir conexiones inalámbricas confiables y relativamente rápidas.


Mayor Velocidad y Opciones de Banda

A medida que la demanda de velocidad y rendimiento de las redes WiFi aumentaba, se desarrollaron las normas 802.11a y 802.11g para abordar estas necesidades.

  • La norma 802.11a, lanzada en el mismo período que la 802.11b, operaba en la banda de frecuencia de 5 GHz y ofrecía velocidades de hasta 54 Mbps. Aunque no fue tan popular como la 802.11b en su momento, la 802.11a proporcionaba un rendimiento más consistente y menos interferencia, lo que la hacía adecuada para aplicaciones empresariales.

  • La norma 802.11g, lanzada en 2003, operaba en la misma banda de frecuencia de 2.4 GHz que la 802.11b, pero ofrecía velocidades de hasta 54 Mbps. Esto la convirtió en una opción de actualización popular para las redes existentes basadas en 802.11b.


El Estándar de Alta Velocidad

El estándar IEEE 802.11n, introducido en 2009, marcó un hito importante en la evolución de las redes WiFi. Operando en ambas bandas de frecuencia, 2.4 GHz y 5 GHz, el 802.11n ofrecía velocidades teóricas de hasta 600 Mbps (dependiendo del hardware podía ser más), lo que lo hacía adecuado para aplicaciones multimedia intensivas en ancho de banda.


Una de las características más notables del 802.11n fue la tecnología MIMO (Multiple Input, Multiple Output), que permitía la transmisión simultánea de múltiples flujos de datos (o también llamados en inglés “spatial streams”). Esto mejoró significativamente el rendimiento y la cobertura de las redes WiFi, lo que llevó a una mayor adopción tanto en hogares como en empresas.


El diseño de redes WiFi basadas en 802.11n implicaba la planificación cuidadosa de la cobertura y la disposición de los puntos de acceso para aprovechar al máximo las ventajas de la tecnología MIMO. Además, la selección de canales y la gestión de interferencias eran consideraciones críticas para lograr un alto rendimiento.


Un paso necesario

Con el aumento constante en la demanda de ancho de banda debido a la transmisión de video en alta definición y otras aplicaciones intensivas en datos, surgió el estándar IEEE 802.11ac en 2013. Este estándar operaba únicamente en la banda de frecuencia de 5 GHz y ofrecía velocidades de hasta 1.3 Gbps.


El 802.11ac introdujo mejoras significativas en la tecnología MIMO, lo que permitió un mayor número de flujos de datos simultáneos y un rendimiento gigabit realista en condiciones ideales. Además, implementó la tecnología beamforming, que permitía a los puntos de acceso enfocar señales inalámbricas directamente a dispositivos específicos, mejorando la eficiencia y el alcance de la red.


En términos de diseño de redes WiFi, el 802.11ac requería una planificación aún más cuidadosa debido a la mayor cantidad de flujos de datos y la necesidad de evitar interferencias. Las redes basadas en este estándar eran ideales para entornos empresariales, instituciones educativas y espacios públicos con alta densidad de dispositivos.


WiFi 6 y la Optimización de la Eficiencia

El siguiente paso en la evolución de los estándares IEEE 802.11 fue la introducción de la norma 802.11ax, también conocida como WiFi 6, en 2019. Esta norma se centró en la optimización de la eficiencia de la red para abordar la creciente cantidad de dispositivos conectados en el entorno actual.


WiFi 6 introdujo varias características clave, como el OFDMA (Orthogonal Frequency Division Multiple Access) y un mejorado MU-MIMO (Multi-User, Multiple Input, Multiple Output), que permiten una asignación más eficiente de recursos de red y una comunicación simultánea con múltiples dispositivos. Esto resultó en una mejora significativa en el rendimiento de la red en entornos concurridos.


En términos de diseño de redes WiFi, WiFi 6 implicaba una consideración cuidadosa de la densidad de dispositivos y la distribución de puntos de acceso para aprovechar al máximo las ventajas de OFDMA y MU-MIMO. Además, la gestión del ancho de banda y la planificación de canales seguían siendo fundamentales para evitar interferencias.


Un intermedio entre estándares, pero no menos importante.

El WiFi 6E es una evolución de la tecnología Wi-Fi que opera en la banda de 6 GHz, lo que permite un ancho de banda más amplio y menos congestión en comparación con las bandas más bajas. Esta ampliación de espectro de frecuencia es necesaria dado al congestionamiento de las bandas de 2.4 GHz y 5 GHz por el crecimiento exponencial de dispositivos en los últimos años. Para mejorar el rendimiento individual debemos ampliar la capacidad del canal y una de las formas es expandir el ancho de banda utilizable.


Específicamente tendrá un gran impacto en la ampliación de la densidad de usuarios, sobre todo en nuevos dispositivos que no cuentan ahora con conexiones inalámbricas ethernet, pero de igual manera necesitan el mismo rendimiento y calidad en sus conexiones hambrientas de ancho de banda.


Preparándonos para el Futuro

A medida que avanzamos hacia el futuro, la próxima iteración de los estándares IEEE 802.11 está en desarrollo. Conocido como 802.11be o WiFi 7, este estándar promete llevar la conectividad inalámbrica a un nuevo nivel de velocidad y rendimiento.


Entre las características anticipadas de WiFi 7 se encuentran velocidades de datos potencialmente superiores a 30 Gbps, una mayor eficiencia espectral y la capacidad de operar en un rango más amplio de bandas de frecuencia. Estas mejoras están diseñadas para satisfacer las crecientes demandas de conectividad en el mundo actual, que incluyen aplicaciones de realidad virtual, transmisión de vídeo 8K y la proliferación de dispositivos IoT.


El diseño de redes WiFi basadas en WiFi 7 requerirá una planificación aún más avanzada y una gestión de recursos más eficiente para aprovechar al máximo la velocidad y el rendimiento mejorados. La compatibilidad con versiones anteriores y la gestión de la interferencia seguirán siendo consideraciones clave.


Puntos Clave para el Diseño de Redes WiFi de Alto Rendimiento

Ahora que hemos explorado la evolución de los estándares IEEE 802.11, es importante comprender los puntos clave a considerar para el diseño de redes WiFi de alto rendimiento. Estos elementos son esenciales para garantizar un rendimiento óptimo y una conectividad confiable en entornos de red inalámbrica.


  • Conozca sus Requerimientos de Rendimiento

El primer paso en el diseño de una red WiFi de alto rendimiento es comprender sus requerimientos específicos de rendimiento. ¿Cuántos dispositivos se conectarán a la red? ¿Qué tipo de aplicaciones se ejecutarán, como transmisión de video en alta definición o aplicaciones empresariales críticas? Cuanto mejor comprenda sus necesidades, más preciso será su diseño.


  • Elija el Estándar IEEE 802.11 Adecuado

Seleccione el estándar IEEE 802.11 que mejor se adapte a sus necesidades. Si necesita velocidades gigabit y un rendimiento excepcional en un entorno de alta densidad, WiFi 6 (802.11ax). Para aplicaciones menos intensivas en ancho de banda, los estándares anteriores, como 802.11n o 802.11ac, aún pueden ser adecuados.


  • Realice una Planificación de Cobertura

Una planificación de cobertura adecuada es esencial para garantizar que todas las áreas importantes estén cubiertas por la señal WiFi. Utilice herramientas de planificación de redes y realice encuestas in situ para determinar la ubicación óptima de los puntos de acceso.


  • Considere la Interferencia y la Gestión de Canales

La interferencia de señal puede ser un desafío en entornos concurridos. Configure su red para evitar interferencias, y utilice herramientas de gestión de canales para asignar frecuencias de manera eficiente y evitar conflictos.


  • Implemente Tecnologías Avanzadas

Aprovecha las características avanzadas de los estándares más recientes, como MIMO, MU-MIMO, OFDMA y beamforming, para mejorar la eficiencia y el rendimiento de su red.


  • Seguridad y Gestión de Dispositivos

La seguridad es fundamental en cualquier red WiFi. Implemente protocolos de seguridad robustos, como WPA3, y establezca políticas de acceso para proteger la red contra amenazas.


  • Gestión de Ancho de Banda

Administre el ancho de banda de manera efectiva para garantizar que las aplicaciones críticas tengan prioridad y que no se agote el ancho de banda debido a aplicaciones menos importantes.


  • Actualización Continua

Manténgase al día con las últimas tendencias y desarrollos en tecnología WiFi. La actualización periódica de su infraestructura de red garantizará que su organización siga siendo competitiva en un mundo cada vez más conectado.



En conclusión la evolución de los estándares IEEE 802.11 ha sido un viaje impresionante que ha transformado la conectividad inalámbrica de una comodidad a una necesidad crítica en la vida moderna. Desde sus modestos comienzos con la 802.11b hasta las velocidades vertiginosas de WiFi 7, estos estándares han habilitado una amplia gama de aplicaciones y servicios. El diseño de redes WiFi de alto rendimiento es una tarea compleja que requiere un entendimiento profundo de las necesidades específicas de su organización y las características de los estándares disponibles. Al considerar cuidadosamente sus requerimientos de rendimiento, elegir el estándar adecuado, planificar la cobertura y gestionar la interferencia, puede construir una red inalámbrica que respalde eficazmente las demandas de su negocio o estilo de vida moderno. A medida que continuamos avanzando en la era digital, la evolución de los estándares IEEE 802.11 seguirá desempeñando un papel crucial en la forma en que diseñamos y utilizamos nuestras redes WiFi. Estar al tanto de las últimas innovaciones y mejores prácticas en diseño de redes inalámbricas garantizará que sigamos disfrutando de una conectividad rápida y confiable en un mundo cada vez más conectado.


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